martes, 5 de mayo de 2015
Fotorreportaje de la V Olimpiada de la Comunidad de Madrid
Os dejamos algunas instantáneas de la final de esta V edición:
sábado, 2 de mayo de 2015
Conferencia de Doña Ana de Miguel
Naturaleza y cultura en la construcción de lo femenino y lo masculino,
conferencia pronunciada por Ana de Miguel Álvarez en la UAM el día 10 de abril
de 2015
Resumen
El pasado día 10 de abril, en el
marco de los actos que jalonaron la celebración de la final de la V Olimpíada
Filosófica de Madrid, Ana de Miguel, filósofa y profesora titular de Filosofía
Moral y Política en la Universidad Rey Juan Carlos, pronunció, ante un
auditorio de más de 500 personas, una muy interesante y atractiva conferencia
sobre Naturaleza y cultura en la
construcción de lo femenino y lo masculino.
El tema resultó ser muy
pertinente porque entroncaba perfectamente, si bien desde una perspectiva más
concreta como es la cuestión de “género”, con el problema filosófico general
abordado en esta nueva edición de la Olimpíada Filosófica madrileña: Naturaleza y cultura, ¿qué nos hace ser quienes
somos?
Como experta en historia del
feminismo y en filosofía y sociología de género la profesora de Miguel ofreció,
en un lenguaje claro, directo y perfectamente asequible, una amena conferencia que
fue seguida con mucho interés por el público asistente. El principal objetivo de
la misma no fue otro que poner a prueba la verdad -o más bien desenmascarar la
falsedad- del discurso que la historia de la filosofía ha construido sobre la
distinción de género, para mostrar su decisiva influencia en la distinta valoración
que nuestra cultura ha establecido de lo femenino y lo masculino a partir de las
bases conceptuales establecidas por la filosofía.
Una buena parte de la conferencia
se centró por ello en analizar algunos de los principales hitos históricos que jalonan
este discurso filosófico dominante, desde sus orígenes griegos hasta el
pensamiento moderno y contemporáneo, para poner de relieve cómo, desde el
pensamiento clásico –con Platón y sobre todo con Aristóteles a la cabeza-, se
sentaron las bases para la construcción de un “falso” y “pernicioso” sistema
categorial que, sobre un supuesto fundamento metafísico y natural, atribuye la
superioridad física, intelectual y moral al hombre, mientras la mujer es
considerada inferior en todos esos aspectos básicos de la realidad humana. Se
puso especialmente de relieve cómo en este proceso fue definitivo el hecho de
asociar lo femenino a la maternidad como destino natural de la mujer, y cómo
desde este presupuesto sólo los hombres, liberados de la animalidad y de la
sumisión al ciclo natural, adquieren la plena condición racional humana y el
acceso a la cultura. Por el contrario, la mujer quedó excluida de esta plena condición
y con ello de la posesión de derechos humanos fundamentales, como el derecho a
la educación. Su condición de persona no le será, pues, plenamente reconocida
por los filósofos ni por la sociedad en general.
La religión y la cultura en general
afianzaron esta visión filosófica, y ello determinó que en la historia haya
prevalecido una situación de injusta desigualdad que se pone de relieve en
varios ejemplos por todos bien conocidos, y que la conferenciante supo mostrar
y analizar críticamente con eficacia, como, por ejemplo, la prevalencia del
apellido paterno sobre el materno, o la existencia de la patria potestad como derecho sobre los hijos reconocido
exclusivamente al padre.
En este proceso histórico destacó
asimismo lo decepcionante que fue, a pesar de algunas ilustres excepciones, el
papel desempeñado por el pensamiento ilustrado en general, tanto filosófico
como científico, así como los cambios sociales y políticos propiciados por la revolución
francesa, pues no lograron la emancipación femenina al excluir nuevamente a la
mujer de los derechos humanos proclamados (sólo fueron derechos del “hombre y
del ciudadano” en su sentido más literal).
A pesar de que en el siglo XIX y
XX se dan avances en la crítica a este pensamiento anclado en el fundamento
natural de la discriminación femenina, la profesora de Miguel reconoce con
preocupación que tal convicción no ha desaparecido, ni del pensamiento
filosófico, ni, lo que es aún más grave, de los comportamientos y creencias
sociales vigentes incluso en las sociedades supuestamente democráticas. Como persona
dedicada a la filosofía, y especialmente al pensamiento moral y político, siente
el deber de asumir la responsabilidad de tomar conciencia de este preocupante
hecho, denunciarlo y hacer explícito, no sólo la falsedad que contiene, sino
también el profundo daño moral que ejercer sobre los seres humanos.
Concluye su conferencia invitándonos
a todos a compartir con ella esta inquietud y responsabilidad, reflexionando
sobre el tema a partir del análisis de algunos de los comportamientos que hoy
perviven en nuestra sociedad y que pueden parecernos inocuos pero que, a su
juicio, no lo son. Cierra su conferencia dando paso a un interesantísimo turno
de preguntas con estos dos perturbadores interrogantes que propone al
auditorio:
¿Por qué a las niñas, cuando
nacen, se les sigue “marcando” con la costumbre de ponerles pendientes? Y ¿Para
qué se hace?
Francisca Hernández Borque
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